Estimado editor:
Interesante información la que se aporta en la revisión sobre el ejercicio en el tratamiento y prevención de la hipertensión arterial sistémica del presente volumen de la revista Medicus. Al respecto, una nueva investigación sugiere que vale la pena incluir otro tipo de actividad física como una herramienta eficaz para prevenir y tratar la hipertensión o presión arterial alta. Es decir, los ejercicios que involucran a músculos sin movimiento, como las sentadillas contra la pared y las planchas, pueden ser mejores para bajar la presión arterial, según un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine.
Cabe destacar que la hipertensión es un importante factor de riesgo modificable de morbilidad y mortalidad. Si bien existen diferencias en los puntos de corte de diagnóstico en las pautas, la presión arterial por encima de los niveles óptimos se asocia linealmente con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Dado el aumento de la prevalencia de la hipertensión, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, la investigación sobre intervenciones antihipertensivas eficaces sigue siendo fundamental. La terapia médica es un medio eficaz para reducir la presión arterial; sin embargo, la mala adherencia, los efectos secundarios adversos y el gasto económico son limitaciones importantes. Como tal, se prefieren los enfoques no farmacológicos. El ejercicio produce beneficios concluyentes para la salud cardiovascular y mejora la supervivencia a largo plazo, con una asociación longitudinal bien documentada entre la actividad física y la reducción de la mortalidad.
Análisis previos a gran escala han informado reducciones significativas de la presión arterial sistólica y diastólica (PAS y PAD) a partir de distintos modos de ejercicio. Según trabajos anteriores, el entrenamiento con ejercicios aeróbicos tradicionales (AET) sigue siendo el enfoque de ejercicio principalmente recomendado para el tratamiento de la presión arterial en reposo. Sin embargo, las recomendaciones actuales de las pautas de ejercicio se basan en gran medida en datos más antiguos, e investigaciones recientes demuestran un interés creciente en modalidades de ejercicio más novedosas, como el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) y el entrenamiento con ejercicios isométricos (IET), así como una plétora de nuevos datos sobre el papel del entrenamiento de resistencia dinámico (RT) independiente y el RT y AET combinados. Como consecuencia, se desconoce cuál es la intervención óptima con ejercicios para el tratamiento de la presión arterial en reposo y las directrices existentes probablemente estén desactualizadas.
Por lo tanto, el estudio de Edwards et al. tuvo como objetivo proporcionar una revisión sistemática actualizada a gran escala y un metaanálisis en red (NMA) de ensayos controlados aleatorios (ECA) sobre los efectos del entrenamiento físico sobre la PAS y la PAD en reposo. Nuestro objetivo fue realizar metaanálisis por pares independientes para cada modo de ejercicio con NMA bayesianos comparativos posteriores. También intentamos realizar análisis estratificados de la presión arterial basal por separado para determinar los efectos de cada modo de ejercicio en aquellos con diferentes clasificaciones de presión arterial.
Hasta donde se sabe, solo se han realizado dos metaanálisis previos a gran escala de proporción similar. Sin embargo, el estudio referido es el primero en incorporar HIIT como un nuevo modo de ejercicio, además de proporcionar análisis avanzados de submodos de caminar, andar en bicicleta, correr, SIT, AIT, IHG, ILE e IWS con el fin de optimizar la prescripción de ejercicio. Cornelissen et al. Informaron, de manera similar, que el IET es el modo de ejercicio más efectivo, pero difirieron en gran medida en magnitud para todos los demás análisis de modos, lo que probablemente sea atribuible al número sustancial de ensayos más nuevos incluidos en el presente análisis. Esto está respaldado por el NMA más reciente de Naci et al., que no evaluó la PAD, pero mostró cambios más homogéneos en la PAS en AET, RT y CT que en el presente trabajo. Dado el énfasis puesto en el estudio de Cornelissen y Smart en las pautas de manejo de la presión arterial ESC/ESH y del American College of Cardiology/American Heart Association (ACC/AHA), los hallazgos del presente estudio, combinados con los de Naci et al., sugieren la necesidad de una actualización de las pautas de recomendación de ejercicio.
Una meta-revisión anterior de Hanssen et al. buscó identificar prácticas óptimas de prescripción de ejercicio personalizado en la prevención y el tratamiento de la hipertensión comparando indirectamente datos de metaanálisis de diferentes modos de ejercicio. De manera diferencial, este metaanálisis aplicó un enfoque más directo al comparar estadísticamente todos los ECA individuales. Como tal, las diferencias en los hallazgos, particularmente para la IET, pueden atribuirse en parte a la inevitable dependencia de Hanssen et al. en datos de metaanálisis más antiguos para resumir la efectividad actual de la IET, así como a las limitaciones inherentes de los metaanálisis indirectos. En particular, esta revisión general anterior mostró la representación excesiva e inequitativa de la investigación de metaanálisis de AET y RT, al mismo tiempo que la subrepresentación de los trabajos de metaanálisis de IET, CT y HIIT, lo que resulta en una dependencia de revisiones sistemáticas fechadas y con potencia inadecuada de datos de metaanálisis para sacar conclusiones comparativas.
Atentamente
Referencia:
Edwards JJ, Deenmamode AHP, Griffiths M, et al. Exercise training and resting blood pressure: a large-scale pairwise and network meta-analysis of randomised controlled trials. Br J Sports Med. 2023 Jul 25:bjsports-2022-106503.