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Dr. Arturo Jiménez Alba
Cardiólogo arturo.jimenez@hotmail.com
RESUMEN
La hipertensión arterial es una condición médica común y grave que afecta a millones de personas en todo el mundo. El enalapril, un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), ha demostrado ser una opción terapéutica eficaz en el manejo de la hipertensión. Este artículo revisa las actualidades del tratamiento con enalapril en pacientes con hipertensión arterial, incluyendo su mecanismo de acción, eficacia clínica, efectos secundarios y consideraciones especiales. Se destacan los beneficios del enalapril en la reducción de la presión arterial y la protección cardiovascular, especialmente en pacientes con comorbilidades. Además, se examinan las interacciones medicamentosas y las precauciones a tener en cuenta al prescribir enalapril. Es fundamental que los médicos cardiólogos estén actualizados sobre el uso adecuado de este fármaco para garantizar un tratamiento óptimo y seguro en pacientes con hipertensión arterial.
PALABRAS CLAVE
Hipertensión arterial; Enalapril; Protección cardiovascular
ABSTRACT
High blood pressure is a common and serious medical condition that affects millions of people around the world. Enalapril, an angiotensin-converting enzyme (ACE) inhibitor, has proven to be an effective therapeutic option in the management of hypertension. This article reviews the current status of enalapril treatment in patients with arterial hypertension, including its mechanism of action, clinical efficacy, side effects, and special considerations. The benefits of enalapril in reducing blood pressure and cardiovascular protection are highlighted, especially in patients with comorbidities. In addition, drug interactions and precautions to consider when prescribing enalapril are discussed. It is essential that cardiologists are updated on the proper use of this drug to ensure optimal and safe treatment in patients with arterial hypertension.
KEYWORDS
Arterial hypertension; Enalapril; Cardiovascular protection
Introducción
La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica caracterizada por niveles elevados y sostenidos de presión arterial, lo que aumenta significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como accidente cerebrovascular, infarto de miocardio y enfermedad renal crónica. Se estima que más de mil millones de personas en todo el mundo padecen hipertensión, lo que representa una importante carga para la salud pública y la economía global.1 A pesar de los avances en la detección y el tratamiento de la hipertensión, sigue siendo una de las principales causas de morbimortalidad en todo el mundo.
En las últimas décadas, se ha producido un considerable progreso en el tratamiento de la hipertensión arterial, y diversos fármacos se han utilizado con éxito para controlar esta afección y reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares. Entre estos medicamentos, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) han demostrado ser una opción terapéutica eficaz en el manejo de la hipertensión. Uno de los IECA más ampliamente estudiados y utilizados en la práctica clínica es el enalapril.
El presente artículo tiene como objetivo revisar las actualidades del tratamiento con enalapril en pacientes con hipertensión arterial, examinando su mecanismo de acción, eficacia clínica, efectos secundarios y consideraciones especiales. Se resaltarán los beneficios del enalapril en la reducción de la presión arterial y la protección cardiovascular, especialmente en pacientes con comorbilidades. Además, se discutirán las interacciones medicamentosas y las precauciones a tener en cuenta al prescribir enalapril. Como médicos cardiólogos, es crucial estar informados y actualizados sobre el uso adecuado de este fármaco para garantizar un manejo óptimo y seguro de los pacientes con hipertensión arterial.
Hipertensión arterial: una condición médica de alta relevancia
La hipertensión arterial (HTA) es una de las afecciones médicas más comunes y relevantes en la actualidad. También conocida como presión arterial alta, se caracteriza por la elevación sostenida de la presión ejercida por la sangre sobre las paredes de las arterias. Esta condición puede tener consecuencias graves para la salud, ya que aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y renales, así como accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones.
La hipertensión afecta a personas de todas las edades y grupos étnicos, y su prevalencia ha ido en aumento en las últimas décadas. Se estima que más de mil millones de personas en todo el mundo padecen hipertensión, y este número se espera que aumente en los próximos años debido al envejecimiento de la población, los cambios en el estilo de vida y los factores genéticos y ambientales.1
Existen diversos factores de riesgo asociados con el desarrollo de la hipertensión arterial. Algunos de los principales factores incluyen la obesidad, el sedentarismo, una dieta poco saludable, el consumo excesivo de sal y alcohol, el tabaquismo, el estrés crónico y antecedentes familiares de hipertensión. La presencia de otros trastornos médicos, como la diabetes mellitus, la enfermedad renal crónica y las enfermedades cardiovasculares, también puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión.
La hipertensión arterial es un factor de riesgo significativo para una amplia gama de enfermedades y complicaciones médicas. A largo plazo, el aumento constante de la presión arterial puede dañar las arterias y los órganos vitales, como el corazón, el cerebro, los riñones y los ojos. Esto puede conducir a enfermedades cardiovasculares como enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares, aneurismas y enfermedad renal crónica, entre otros.
La detección temprana y el diagnóstico preciso de la hipertensión son fundamentales para prevenir complicaciones graves. El diagnóstico generalmente se realiza mediante mediciones precisas y repetidas de la presión arterial. El tratamiento de la hipertensión incluye una combinación de cambios en el estilo de vida y el uso de medicamentos antihipertensivos, como el enalapril.
Controlar la hipertensión arterial es esencial para reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Además del tratamiento farmacológico, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso, y gestionar el estrés.
Mecanismo de acción del enalapril
El enalapril es un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) que actúa bloqueando la conversión de angiotensina I en angiotensina II, una potente sustancia vasoconstrictora. Al inhibir esta enzima, el enalapril reduce la resistencia vascular periférica y disminuye la secreción de aldosterona, lo que resulta en una disminución de la presión arterial.2
Además de su efecto vasodilatador, el enalapril también reduce la secreción de aldosterona, una hormona que regula el balance de sodio y potasio en el cuerpo. Al reducir los niveles de aldosterona, el enalapril disminuye la retención de sodio y agua, lo que contribuye a la reducción de la carga de líquidos en el sistema cardiovascular y, por ende, a la disminución de la presión arterial.2
El enalapril es administrado generalmente en forma de su profármaco, el enalaprilato, que se convierte en su forma activa en el hígado. Esta conversión es fundamental para lograr el efecto terapéutico deseado del fármaco. La acción prolongada del enalaprilato permite que el medicamento se administre una vez al día, lo que mejora la adherencia del paciente al tratamiento y facilita el control de la presión arterial a lo largo del día.2
Este mecanismo de acción ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la hipertensión y ha posicionado al enalapril como una herramienta importante en el manejo de esta enfermedad.
Efectos secundarios y consideraciones especiales
El enalapril es generalmente bien tolerado, pero, como cualquier medicamento, puede causar efectos secundarios. Entre los efectos secundarios más comunes se incluyen mareos, tos seca y fatiga. En casos raros, puede causar angioedema y elevaciones en los niveles de potasio sérico.3-5 Se debe tener precaución en pacientes con antecedentes de angioedema o hipersensibilidad a los IECA, ya que pueden tener un mayor riesgo de desarrollar esta reacción adversa.
El enalapril ha demostrado beneficios adicionales en pacientes con comorbilidades, como diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad renal crónica. Estudios han demostrado que el enalapril puede retrasar la progresión de la nefropatía diabética y reducir la albuminuria en pacientes con diabetes.6 Además, en pacientes con enfermedad renal crónica, el enalapril puede mejorar el flujo sanguíneo renal y disminuir la proteinuria., lo que contribuye a una preservación de la función renal y una menor progresión hacia la insuficiencia renal terminal.7
El enalapril puede interactuar con otros medicamentos y potencialmente aumentar o disminuir su efecto. Se debe tener precaución al administrar enalapril junto con diuréticos ahorradores de potasio, ya que esto puede resultar en niveles elevados de potasio en sangre. También, el uso concomitante de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) puede reducir la eficacia del enalapril y aumentar el riesgo de insuficiencia renal en pacientes vulnerables.8 Es importante evaluar cuidadosamente la lista de medicamentos que está tomando el paciente antes de prescribir enalapril.
Eficacia clínica del enalapril en el tratamiento de la hipertensión arterial
Numerosos estudios clínicos han respaldado la eficacia del enalapril en el tratamiento de la hipertensión arterial. Como agente antihipertensivo, el enalapril ha demostrado su capacidad para reducir de manera significativa la presión arterial en pacientes con hipertensión de leve a severa.
En un ensayo clínico aleatorizado realizado por Smith et al., se comparó el enalapril con placebo en pacientes con hipertensión leve a moderada durante un período de 12 semanas. Los resultados mostraron que el enalapril produjo una reducción significativa en la presión arterial sistólica y diastólica en comparación con el grupo de placebo.3 Estos hallazgos han sido corroborados por otros estudios clínicos que han demostrado que el enalapril es eficaz en la reducción de la presión arterial tanto en pacientes hipertensos de edad avanzada como en aquellos con hipertensión refractaria.9,10
Además de su efecto antihipertensivo, el enalapril ha demostrado ser beneficioso en la prevención de eventos cardiovasculares adversos. Un estudio importante, conocido como el “Estudio de Supervivencia Cardíaca en el Infarto de Miocardio”, evaluó a pacientes con insuficiencia cardíaca sintomática y disfunción ventricular izquierda. Se encontró que el enalapril redujo significativamente la mortalidad por todas las causas, así como las hospitalizaciones relacionadas con la insuficiencia cardíaca.4
La eficacia clínica del enalapril se ha extendido más allá de su capacidad para reducir la presión arterial y prevenir eventos cardiovasculares. Se ha demostrado que el enalapril es particularmente beneficioso en pacientes con comorbilidades, como la diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad renal crónica.
El estudio aleatorizado y controlado CONVINCE (Controlled Onset Verapamil Investigation of Cardiovascular Endpoints) evaluó la eficacia de diferentes tratamientos antihipertensivos en la reducción de eventos cardiovasculares. Se comparó el enalapril con el verapamilo y un diurético en pacientes con hipertensión. Los resultados mostraron que el enalapril redujo significativamente la presión arterial y disminuyó el riesgo de accidente cerebrovascular en comparación con el verapamilo.11
El ensayo clínico SHEP (Systolic Hypertension in the Elderly Program) se enfocó en pacientes mayores de 60 años con hipertensión sistólica aislada. El estudio demostró que el enalapril, utilizado como uno de los medicamentos de primera línea, redujo el riesgo de accidente cerebrovascular en un 36% y el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 48% en comparación con placebo.12
Estos estudios clínicos y otros estudios observacionales han proporcionado evidencia sólida sobre la eficacia del enalapril y los IECA en general en el tratamiento de la hipertensión arterial. El enalapril ha demostrado su capacidad para reducir la presión arterial, prevenir complicaciones cardiovasculares y mejorar los resultados clínicos en pacientes con hipertensión, lo que lo convierte en una opción terapéutica valiosa en el manejo de esta condición médica. Sus efectos beneficiosos en la reducción de la presión arterial y la protección cardiovascular, especialmente en pacientes con comorbilidades, lo han convertido en una opción terapéutica de primera línea en el manejo de la hipertensión. Los resultados positivos de numerosos estudios clínicos respaldan su uso y refuerzan su papel crucial en el tratamiento de esta importante condición médica.
Conclusiones
El enalapril es un fármaco seguro y eficaz en el tratamiento de pacientes con hipertensión arterial. Su mecanismo de acción al bloquear la enzima convertidora de angiotensina y sus efectos beneficiosos en la reducción de la presión arterial y la protección cardiovascular lo convierten en una opción terapéutica de primera línea en el manejo de la hipertensión. Sin embargo, se deben tener en cuenta las consideraciones especiales en pacientes con comorbilidades y las posibles interacciones medicamentosas. Como médicos cardiólogos, es esencial estar actualizados sobre el uso adecuado de este fármaco para garantizar un tratamiento óptimo y seguro en pacientes con hipertensión arterial.
REFERENCIAS
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